Alertamos a la opinión pública sobre lo que está ocurriendo en el sur del país, en los distritos de Quillabamba, Maranura y Echarate, en la región del Cusco. La represión del gobierno aprista nuevamente está cobrando vidas de peruanos inocentes que, de manera pacífica y democrática, defienden el gas, un recurso de todos los peruanos.
La población lleva diez días en huelga y el gobierno, como es su costumbre, ha iniciado una campaña de desprestigio de una lucha justa, denunciando la presencia de terroristas en las protestas, lo cual es falso. Ha recurrido a la trampa de siempre: aplaza el diálogo y cuando la población decide movilizarse, el gobierno señala que no dialogará hasta que cese la protesta. Este es el libreto del faenón. La declaratoria de emergencia en el distrito de Echarate, el 1 de agosto, no hace más que echar más leña al fuego.
Este es el sistema corrupto que para mantener su poder y sus faenones necesita gobernar de espaldas a las grandes mayorías, a quienes trata como ciudadanos de segunda categoría. La demanda del sur es realmente la demanda de todos los peruanos: el Estado debe garantizar el abastecimiento de gas barato para el mercado interno, para la economía familiar, el transporte y la industria. Renegociar el contrato para obtener más regalías es un maquillaje por el que ha optado Alan García ante su negativa de pensar primero en los peruanos. No dudamos que detrás del empecinamiento del gobierno en entregar a precios irrisorios nuestro gas ha habido grandes faenones y aceitadas.
No queremos que se repitan los hechos luctuosos de Bagua, donde murieron 34 peruanos, entre policías y nativos. En lo que va de este gobierno se han reportado más de 100 muertes y centenares de heridos en protestas sociales. No debemos tolerar más violencia entre peruanos, debemos rechazar la criminalización de la protesta y la negativa del gobierno de atender las demandas populares. Debemos defender la vida.
Asimismo, instamos a la clase política y a los medios de comunicación a informar verazmente y no sumarse a la guerra sucia contra los pueblos del sur. Con portadas como “Vandalismo bloquea solución en el Cusco” (El Comercio, 4/8/10), sólo se retroalimenta la posición del gobierno de que este es un asunto de “vándalos” y no un tema de desarrollo nacional, y que quienes impiden el diálogo son los pobladores y no el mismo gobierno. Los medios no deben ser cómplices.
Exigimos categóricamente que se detenga la represión contra los pueblos del sur y se detenga el regalo del gas de todos los peruanos. Es un deber de todos protestar en contra de este nuevo faenón de la clase política tradicional, en el que están involucrados los últimos gobiernos. La lucha del sur es la lucha de todos los peruanos.
¡No maten a los peruanos que defienden nuestro gas!
¡El gas primero para los peruanos!
CIUDADANOS DE SEGUNDA CATEGORÍA
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