Plantón Jurado Nacional de Elecciones: En defensa del voto

las ratas tenían las manos puestas sobre el ánfora

Al igual que muchos otros colectivos y ciudadanos indignados con el comportamiento de los organismos electorales, el lunes 25 de octubre los CSC asistimos al frontis del Jurado Nacional de Elecciones, en el marco del plantón convocado por el comando de campaña de Fuerza Social  (candidatura a la Alcaldía de Lima de la confluencia entre Fuerza Social, MNI, Lima para Todos y Tierra y Libertad). En este plantón, renovamos los puntos de vista de nuestro pronunciamiento EL VOTO SE DEFIENDE, con el que realizamos varias acciones acompañando el malestar ciudadano por el lento conteo de nuestros votos y los incidentes de perdida de actas que la ONPE no explicó de manera oportuna. Aquí los puntos de nuestro pronunciamiento:

1.     La lentitud en el conteo de votos, proceso mal comunicado por la ONPE, ha dado margen para que prime la desconfianza y da lugar a la actitud desafiante de políticos irresponsables que citan "cifras propias", intentando confundir a los ciudadanos y presionar a los organismos electorales. 

2.     El alto número de actas observadas en Lima, que supera a las que en todo el país se observaron en 2006, sugiere una voluntad de manejar la voluntad popular más allá de las urnas, en espacios de decisión poco transparentes para los ciudadanos. 

3.     La evidencia de que la mayor parte de observaciones a las actas ha ocurrido allí donde la candidatura de Fuerza Social llevaba amplia ventaja a la del PPC genera comprensible malestar, puesto que en nuestro país no es novedad que las preferencias mostradas por importantes autoridades políticas y poderosos grupos de prensa se traduzcan en decisiones en las que supuestamente priman "criterios técnicos"

4.     Por esa razón, la aparición de un importante número de actas, momentáneamente "desaparecidas" durante el conteo, no puede ser tomada como un hecho fortuito. La definición de una elección no es un ejercicio de matemáticas al que se puedan ir agregando nuevos factores. Aunque tiene importantes componentes técnicos, es un proceso político y en política ningún hecho es casual.

5.     Los ciudadanos que esperan un justo desenlace a esta situación, al manifestar su malestar con acciones en las calles, no están poniendo en cuestión la institucionalidad democrática. Ese argumento es un chantaje de aquellos que temen a la vigilancia, al cuestionamiento público y a la organización de la gente. 

6.     Quienes se han propuesto representar los ánimos de cambio o el rechazo de los limeños al continuismo de una gestión a espaldas de la gente, no deben permitir que se asocie estas manifestaciones con la violencia y no deben transmitir ese temor. Importantes luchas sociales e invalorables logros democráticos han tenido como escenario las calles, las plazas y como protagonistas a peruanos y peruanas dispuestos a hacerse escuchar a pesar de las grandes presiones de los poderosos de turno y de siempre.     

Esperamos que este clima de desconfianza no se repita en las elecciones del 2011, que se anuncian bastante polarizadas. No se trata simplemente de quién gane esta elección. La recuperación de los organismos electorales tras el uso mafioso que de ella hicieron Fujimori y Montesinos, fue un importante logro democrático que no puede ponerse en riesgo por el afán de quienes se ven desplazados del poder por la voluntad de las urnas.